Semana 2

El día martes continuamos con las "lecciones de pedagogía".

4: Existe aprendizaje cuando se es consciente de lo que se aprendió: El verdadero aprendizaje no consiste, específicamente, en cumplir tareas u obtener la mejor calificación en un examen. Cuando un estudiante aprende verdaderamente un tema, es capaz de explicarlo mediante sus palabras, gráficos y/o textos; además lo relaciona con el resto de sus conocimientos y posibles aplicaciones prácticas; también conoce la importancia de lo aprendido, más aún si se relaciona con sus intereses.

5: La misión del docente no es enseñar sino facilitar el proceso de aprendizaje: La época en la que el profesor era dueño incuestionable de la verdad quedó en el pasado. En la actualidad y en nuestro país, existen muchas facilidades para el acceso a información de cualquier clase; entonces, el educador ya no enseña principalmente contenidos, sino cómo aprender. Los estudiantes necesitan orientación sobre cómo investigar, obtener fuentes confiables, elegir lo más relevante y usar adecuadamente sus conocimientos. Todo esto con la mayor libertad posible, cada individuo da mayor o menor relevancia a un mismo tema de acuerdo a su subjetividad. Como maestros de la nueva era, debemos propiciar un ambiente en el que nuestros estudiantes aprendan mucho más mediante su investigación propia, su curiosidad, experimentación e interacción.

Semana 1

Lo más destacable de esta primera semana de clases fueron las tres "lecciones de pedagogía" que recibimos.

1: Que los estudiantes quieran estar en clases: Al escuchar estas palabras recordé también las de un profesor de matemática en nivelación, quien decía que como docentes debemos lograr que nuestros estudiantes prefieran asistir a nuestra clase que estar en el patio. Una clase puede ser comparada, o incluso reconocida como una obra de arte; el docente, ya sea desde un papel protagónico o como un orientador, llega a ser un artista que capta la atención de su público, impresiona, divierte, fascina con su expresión, quienes lo escuchan desean saber más y prefieren permanecer en aquel espectáculo que ir a jugar. Un auténtico maestro es buscado por sus estudiantes fuera del aula, influye mucho en ellos, es atacado con preguntas sobre cualquier tema y todos sus comentarios son valorados positivamente.

2: Dar sentido a la información: Me pareció un punto importante. Se puede llenar la memoria de niños y adolescentes con conceptos, fechas y oraciones que se repiten mecánicamente, pero si esta información no resulta relevante o no es comprendida en su totalidad, será olvidada luego de unas semanas. El aprendizaje significativo implica dar sentido a lo que se enseña, ponerlo en práctica o saber cómo hacerlo, y fomentar, por decirlo de forma sencilla, la curiosidad sobre el tema.

3: No se puede medir el aprendizaje: Sobre este punto puedo expresar que estoy completamente de acuerdo. Sin embargo, una vez que se ha reconocido que el aprendizaje no puede ser cuantificado con certeza, nos encontramos ante un gran desafío. El sistema educativo se ha basado siempre en una forma de calificación, puede tratarse de una escala numérica o cualitativa, un "10" o un "excelente", un "0" o un "insuficiente", a fin de cuentas cualquier forma de medir el conocimiento sería errónea. Entonces surgen dos preguntas sobre las que nosotros, futuros docentes, debemos reflexionar: ¿Cómo saber si un estudiante ha aprendido?, y la que puede ser más relevante ¿Qué es lo que realmente se debe aprender?